"Estamos patas arriba": la ira de los electos locales ante el nuevo mapa de desiertos médicos

El 27 de junio, el ministro de Salud, Yannick Neuder, presentó un mapa de 151 zonas prioritarias que, a partir de septiembre, contarán con el apoyo de médicos de cabecera, hasta dos días al mes, para combatir la deserción médica. Estas zonas representan a más de 2,5 millones de franceses. Sin embargo, según nuestras fuentes, el mapa elegido no satisface a todos.
Incluso es "un auténtico disparate", según Hervé Maurey, senador centrista de Eure, uno de los departamentos con menos médicos de cabecera. "Una aberración", en sus palabras. Tanto es así que le pidió cuentas a Yannick Neuder, quien admitió: "Decir que Eure no es un desierto médico no es creíble".

No es ni mucho menos el único que se queja: en Finisterre, Isère y Sarthe, el diputado del MoDem Jean-Carles Grelier denuncia la falta de consulta. El representante electo de la mayoría presidencial me asegura que nadie ha sido contactado en su domicilio. «Reconstruir un sistema sanitario sin cargos electos me parece una completa ilusión», afirma.
El resultado son criterios "desconectados de la realidad", argumenta Hervé Maurey: "No veo realmente la conexión con el ingreso promedio per cápita", dice irónicamente.

En Sarthe, la historia es distinta. A los funcionarios electos se les dijo extraoficialmente que, de alguna manera, habían "hecho demasiado bien": se tomaron varias medidas para encontrar soluciones a la escasez. Y este es, "al parecer, el elemento decisivo para su exclusión", dice un abatido Jean-Carles Grelier. "Van a remotivar a los equipos de cuidadores diciéndoles: 'Se han portado demasiado bien y por eso nos sancionan hoy'".
La última queja es que potencialmente "incluso vamos a retirar médicos de departamentos que ya tienen recursos insuficientes para ir a otras áreas consideradas más prioritarias", dice Hervé Maurey, quien suspira: "estamos caminando sobre nuestras cabezas".
RMC